Un mito grande en los negocios es que las personas son su mayor activo.
Es mito porque solamente personas productivas son su activo mejor. Personas que no son productivas drenan recursos y moral de su companía. La meta de líderes es convertir a las personas que no son productivas a ser personas productivas.
Hace dos años recibí la oportunidad de ser líder de un equipo de trabajo. El propósito que tenía fue incrementar su producción y resolver conflictos.
Una de las cosas más difíciles fue cambiar de ser miembro del equipo a ser líder del equipo.
En preparación pensé en varios líderes que he tenido en el pasado y busqué características y estilos que me gustaban.
Mientras pensé en mis experiencias personales, leí artículos sobre diferentes estilos de liderazgo que discutieron sus ventajas y desventajas.
Lo básico de cómo funciona el Liderazgo de Servicio
Finalmente encontré un estilo de liderazgo que tocó a mi corazón. Su contenido era de elementos que me agradaban y fueron compatibles con mi personalidad.
El estilo de liderazgo que elegí fue el Liderazgo de Servicio. Los elementos son básicos y sencillos.
Robert Greenleaf era creador del movimiento de liderazgo de servicio. De acuerdo con las ideas de Robert, líderes de servicio se enfocan en las necesidades y crecimiento de sus trabajadores en vez de acumular poder.
Líderes de servicio comparten su poder con su equipo y ponen las necesidades de su equipo por encima las de ellos. Quieren que otros se mejoren y les ayudan a realizar sus metas en la mejor manera posible.
Esta filosofía es de acuerdo con mi principio favorito de liderazgo que dice que no puedo lograr mi potencial completo si mis empleados no pueden lograr el de ellos.
Combinando Principios de Liderazgo
Empecé como líder de un equipo de 12 personas. Mientras trabajaba como líder encontré un video de Simon Sinek en el canal de “TED talk.” El título de su discurso fue “Empieza con el ¿Por qué?”
Este discurso habla sobre el hecho de que no les importa a las personas qué es lo que su equipo hace en el trabajo, pero les importa “por qué” lo hacen.
A las personas les gusta hacer negocios con otros a quienes les importan las mismas cosas.
Mientras pensé sobre liderazgo de servicio y la pregunta ¿Por qué?, empecé a pensar sobre por qué quería ser líder y qué me motiva ser líder bueno.
Mientras pensé sobre las cosas que me motivaban, llegué a entender que las razones que me motivan más son el éxito de otras personas y su felicidad que reciben por su éxito que logran.
Cuando recibí esta autorreflexión empecé a estudiar el Liderazgo de Servicio con deseo e interés profundo. Quería crear una experiencia de trabajo que era positiva para mis empleados y darles las herramientas de éxito necesarias.
Mi trabajo sería quitar los obstáculos que prevenía el éxito de mi equipo.
Siete Pilares de Liderazgo de Servicio
En el libro “Los Siete Pilares de Liderazgo de Servicio” los autores James Sipe y Don Frick explican las siete características que apoyan este estilo de liderazgo.
Estos líderes son personas de carácter, pueden comunicarse bien con la gente, colaboran con compasión, piensen en otros antes que en ellos mismos, usan previsión, saben cómo diferentes sistemas pueden trabajar juntos, y usan autoridad moral.
Me comprometí a aprender los ideales de la filosofía de liderazgo de servicio aunque había mucho por hacer y aprender.
Mis esfuerzos empezaron con una reunión con mi equipo donde expliqué mis metas de trabajo y los pasos y procesos que quería implementar.
Las personas de mi equipo estaban escépticos de mis ideas y querían esperar y ver qué iba a pasar. Paso a paso mientras tenía oportunidades de mostrar uno de los pilares de liderazgo, personas empezaron a creer que era sincero y me comprometí a seguir en nuestro viaje de transformación.
El Proceso en Curso y Resultados
Una desventaja de este proceso es que toma mucho tiempo. No puede cambiar en una noche. Entonces, tiene que tener una visón clara de qué quiere hacer, donde quiere ir, y cómo parece su plan al final.
Después de poco tiempo el plan que era mío cambió para ser nuestro y nuestro plan es un trabajo en progreso.
Había personas en mi equipo que lucharon con estas ideas nuevas de confianza y libertad, pero había otros que prosperaron y les gustaba tener responsabilidad. Las cosas que me gustaban mejor eran que mi amistad mejoró y el ambiente en la oficina cambió y fue mejor.
Tomé un año para cambiarlo pero valió la pena.
De una perspectiva del punto negocio puede ver que los ingresos han aumentado, tenemos menos quejas de nuestros clientes, y el moral de la oficina nunca había sido mejor. Los empleados dicen que disfrutan venir a trabajar y se involucran mucho más.
Mi viaje con liderazgo de servicio no fue fácil pero los resultados valieron la pena.
Hemos cambiado para ser un mejor equipo por medio de compartir tiempos buenos y malos y por eso están más dispuestos a sacrificarse para ayudar a otros en el equipo.
En breve, me siento muy bien porque las personas de mi equipo han empezado alcanzar su potencial.
A esto le llamo éxito.